Carolyn Maloney debe estar furiosa.

Esta política de carrera con cinco décadas de experiencia, como escribí al principio del año, fue la principal arquitecta de una ley completamente ridícula conocida como la Ley de Transparencia Corporativa (CTA, por sus siglas en inglés), que entró en vigencia el 1 de enero.

La CTA fue una de las piezas legislativas más estúpidas que he visto en mucho tiempo. Toda la premisa es la clásica historia del hombre del saco que dice que criminales y terroristas usan corporaciones estadounidenses para llevar a cabo sus actividades ilícitas.

Esta es la misma excusa patética que los políticos usan para destrozar todo sobre las criptomonedas.

Y, por supuesto, es parcialmente cierto. A veces, los criminales y terroristas usan corporaciones estadounidenses y estructuras de LLC para lavar dinero. A veces usan criptomonedas.

Pero los criminales y terroristas también usan JP Morgan Chase, HSBC, Visa, Mastercard, American Express, PayPal, bonos del gobierno de EE. UU., tarjetas de regalo de Amazon, Verizon Wireless, iPhones y camionetas pickup Ford F-150.

No me queda claro por qué políticos como Carolyn Maloney insisten en señalar activos específicos como las criptomonedas... o ahora corporaciones/LLCs estadounidenses. Pero hey, estas personas tienen décadas de experiencia, así que deben saber de qué están hablando.

(Como un comentario al margen: ¿cuántas personas en este mundo son tan buenas en lo que hacen que mantienen sus trabajos por décadas? Incluso los entrenadores deportivos campeones y los CEO altamente exitosos eventualmente son despedidos por mal desempeño. Pero la política está llena de personas que nunca parecen ser despedidas...)

Cuando la CTA entró en vigencia a principios de este año, también señalé que EE. UU. ya tiene docenas de leyes y regulaciones vigentes que se supone deben prevenir el lavado de dinero y el crimen financiero.

Pero aparentemente el Congreso no pensó que esas leyes fueran lo suficientemente efectivas... así que crearon una NUEVA ley, es decir, la CTA. Naturalmente, no se molestaron en derogar las leyes viejas e ineficaces. Solo acumularon más reglas.

Y así es como el gobierno casi siempre opera. No derogan leyes estúpidas o regulaciones destructivas. Simplemente siguen añadiendo más y más cada año. Por eso el Código de Regulaciones Federales se extiende por aproximadamente 200,000 páginas.

Por supuesto, es TU responsabilidad mantenerte al día con todas estas reglas. Como dice el viejo dicho, la ignorancia de la ley no es excusa.

Uno pensaría que el gobierno habría invertido al menos algo de dinero en una campaña de concienciación pública para informar al público estadounidense sobre esta ley, dado que afecta literalmente a decenas de millones de personas.

Pero no hicieron eso. Aprobaron la ley y no dijeron ni una palabra sobre ella cuando entró en vigencia en enero. Lo único que HICIERON fue imponer una dura penalidad por incumplimiento: hasta dos años en prisión federal.

Quizás la parte aún más extraña sobre la CTA fue que es completamente redundante.

La ley requiere que CADA pequeña empresa en América presente un informe especial al gobierno federal, específicamente a la Red de Ejecución de Crímenes Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés), como si fuera algún tipo de crimen poseer un negocio ahora.

Y digo 'pequeña empresa' deliberadamente, porque la CTA no se aplica a grandes empresas, bancos de Wall Street, etc. Se enfoca específicamente en el pequeño.

El informe es solo un montón de información personal sobre los propietarios, oficiales y directores de la empresa. Nombres, direcciones, ese tipo de cosas.

Esta es exactamente la misma información que los contribuyentes ya tienen que proporcionar al IRS. Así que, la CTA solo duplicó el requisito de proporcionar un informe similar (pero en un formato diferente) a una agencia diferente.

En resumen, los políticos piensan que los criminales usan compañías de EE. UU. para lavar dinero.

Ya hay leyes vigentes para prevenir que los criminales hagan esto.

Pero en lugar de derogar y reemplazar las leyes ineficientes, acumularon una nueva ley que requiere que las pequeñas empresas presenten un nuevo informe a FinCEN, aunque el informe contenga exactamente la misma información que los contribuyentes ya revelan al IRS. El incumplimiento es castigable con hasta dos años en prisión federal. Pero no dijeron una palabra al respecto a nadie.

Tal es el genio de las personas con décadas de experiencia en política.

Bueno, hace unos días recibimos un pequeño rayo de luz de un juez federal, quien dictaminó que la Ley de Transparencia Corporativa es completamente inconstitucional y va más allá de "los límites impuestos por la Constitución al poder legislativo".

Esto es absolutamente una victoria para la cordura... y exactamente el tipo de cosas que querríamos ver en EE. UU.

Como he escrito tantas veces, EE. UU. está en camino a una ruina financiera obvia. La deuda nacional ya supera los $34 billones, y el propio gobierno pronostica otros $20 billones en nueva deuda durante la próxima década.

No pasará mucho tiempo (5-7 años como máximo) antes de que la factura de intereses anuales de esa montaña de deuda se convierta en una catástrofe inasequible.

Y la única forma realista de salir de este lío es que la economía de EE. UU. funcione a pleno rendimiento, con máxima productividad y eficiencia. Cuanto más productiva sea la economía, mayor será el ingreso fiscal del gobierno... lo que ayuda a reducir el déficit y aliviar la presión de la deuda.

Leyes como la CTA son un paso en la dirección equivocada; es solo burocracia inútil que desperdicia tiempo y dinero y hace que las personas y los negocios sean MENOS productivos.

Por lo tanto, el hecho de que un juez la haya declarado inconstitucional es algo bueno.

El gobierno federal, por supuesto, probablemente apelará la decisión. (O simplemente ignorarán por completo el fallo del tribunal, lo cual ha sido un enfoque popular con la administración de Biden).

Así que, si aún no has presentado tu informe de la CTA, podrías considerar esperar un poco más para ver cómo se desarrolla esto. Todavía hay mucho tiempo antes de la fecha límite del 31 de diciembre, así que es poco probable que alguien sea llevado a la fuerza pronto por no presentar.

Por tu libertad.

Las opiniones expresadas en esta columna son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión de VISIÓN, La Revista Latinoamericana.